El auge del comercio electrónico ha revolucionado la forma en que se realizan las transacciones comerciales a nivel mundial, pero también ha generado nuevos desafíos legales. Desde las leyes de protección al consumidor hasta la regulación de las pasarelas de pago, las empresas que operan en línea deben desenvolverse en un complejo panorama legal.
Un área clave es la protección de datos, donde regulaciones como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en Europa han establecido estándares más estrictos sobre cómo las empresas deben gestionar la información personal de sus clientes. Asimismo, la creciente preocupación por la ciberseguridad exige que las empresas implementen medidas sólidas para protegerse contra el fraude y los ciberataques.